EL ayuntamiento de Olivares rotulará tres calles de la localidad en honor de los músicos y compositores Jinés Martínez, Antonio González Guerrero y Juan Pascual Valdivia y Valenzuela. En su afán por potenciar el legado cultural, artístico y monumental, el consistorio pretende así recuperar el nombre de figuras históricas vinculadas al municipio aljarafeño. La propuesta fue aprobada por unanimidad en el último pleno.
Tres figuras históricas que se incorporan al nomenclátor de calles de la localidad a partir del afán del consistorio olivareño- a través de la Delegación de Patrimonio y Turismo- por recuperar el patrimonio artístico, cultural y monumental del municipio aljarafeño.
Las tres calles que recibirán estos nombres se encuentran situadas en la barriada de Los Tambores, donde muchos de sus viarios ya están dedicados a músicos de la talla artística de Joaquín Turina o Agustín Lara. La propuesta de rotulación fue elevada al último pleno municipal y aprobada por unanimidad.
(Historia de uno de ellos.)
Jinés Martínez
En 1623 el Papa Urbano VIII concede al Conde Duque, mediante Bulas, la acreditación como Colegiata, “Nullíus Diocesis”, a la Capilla de Santa María de las Nieves de Olivares. El propio don Gaspar de Guzmán redactó unos minuciosos estatutos para la administración y buen funcionamiento de la Colegial, en los que el apartado musical era sumamente importante. Por ello en 1633 el Conde Duque nombró capellán cantor a Jinés Martínez, para que sirviera la capellanía con cargo y obligación de ejercer el oficio de maestro de capilla. Por estas obligaciones recibía al año cincuenta ducados.
No debió de convenir la situación a Jinés Martínez, pues en 1634 se despedía de su oficio en Olivares porque había encontrado al parecer mejor acomodo en la Colegiata del Salvador de Sevilla.
En 1641 la Colegiata seguía teniendo necesidad de un maestro de capilla que ocupase este cargo y enseñase a los rezos de coro el canto del órgano. El cabildo vuelve a proponer a Jinés Martínez para ocupar esta plaza o bien se buscara a otra persona que quisiera servir conjuntamente el magisterio de capilla y la sochantría.
En 1642 se solucionó el nombramiento de Jinés Martínez como maestro de capilla y maestro de los mozos de coro, además de encargarse de tañer el órgano. En lo que respecta a su función como organista, podía poner en su lugar a otra persona, quedando como su obligación principal la de componer la música para todas las fiesta que se ofrecieran, en lo que según el cabildo, era muy hábil.
En 1643, recibió veinte ducados de aguinaldo por haber compuesta las “chanzonetas de Navidad y Reyes, y haber habido buena música”. Encontró Jinés Martínez mejor trabajo en Jerez de la Frontera, pidiendo al cabildo de la Colegial que le aumentase la renta, si querían que se quedase en Olivares. Se le concedió un aumento de dieciocho ducados y seis fanegas más de trigo.
No se sabe hasta que fecha estuvo Jinés Martínez ocupando el magisterio de capilla, si se tiene constancia de que en 1674 el cabildo buscaba una persona que ejerciera este magisterio. Trató este músico con dos abades de la Colegial, Francisco de la Calle y Juan Bautista Navarro.
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