Parece ser que hasta el año 1987, en el que se cumplían 275 años de su
fundación, la Hermandad no había conmemorado nunca de forma especial
esta efeméride, y, quizá por ello, lo hizo con enorme ilusión. El año
próximo celebraremos el III centenario; con este motivo, queremos
recordar aquí aquel acontecimiento inolvidable que muchos de nosotros
tuvimos la suerte de vivir hace ya veinticinco años.
El domingo siguiente, día 27, concluyeron los actos con la Función en
honor de los Dolores Gloriosos de la Stma. Virgen y el tradicional
Besamanos, que en esta ocasión fue más multitudinario, si cabe, que en
otras ocasiones. Un desfile incesante de fieles y devotos acudió a
contemplar a Nuestra Señora, que estrenaba saya bordada en tisú de plata
en los talleres de Caro. En sus rostros se reflejaba el gozo de haber
podido disfrutar de unas vivencias inolvidables y el anhelo de poder
vivirlo de nuevo veinticinco años más tarde. A todos aquellos que ya no
podrán cumplir este deseo va dedicado este emocionado recuerdo.
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